La juventud debate entre lo posible y lo necesario
En los últimos tiempos ha emergido una corriente juvenil muy activa que se empieza a sumar a los grandes debates de la sociedad. Es una juventud que protagoniza las luchas por los derechos humanos, por las libertades civiles como el matrimonio igualitario, por los derechos estudiantiles, por la vivienda, por el trabajo digno. Este nuevo contingente busca respuestas y discute sobre el balance de lucha de la generación del 70.
Con la muerte de Néstor Kirchner, miles de jóvenes manifestaron su pesar por una figura de fuerte liderazgo y discurso progre. Ante esta situación el gobierno de Cristina, rápido de reflejos, se propuso utilizar este apoyo y se ha dado una línea para seducir a esta juventud. Se muestran como el gobierno que “hace lo que puede para resolver los problemas de la gente”.
En San Juan, encontramos varios grupos organizados por el kirchnerismo, que se presentan en los barrios en nombre del gobierno de Gioja y del Ministo Daniel Molina. El comentario que escuchamos de los compañeros es que son jóvenes que ante la problemática de la desocupación y el hambre atinan a decir que “la mejor solución es la solidaridad entre los vecinos, que al que le sobre algo ayude al de al lado”. También se proponen como futuro gobierno sin dar cuenta de la contradicción en la que incurren cuando se presentan en nombre de Gioja y Molina. Este es un debate que merece mucha atención, porque con esta idea pequeño burguesa de adoctrinar al pobre en la solidaridad para salir del hambre, se encubre de fondo la verdadera esencia de las políticas anti populares de enormes ganancias para las mineras imperialistas, ajos salarios y crecimiento del ejército de desocupados, que trae como consecuencia empeoramiento de la calidad de vida del pueblo.
Los comunistas revolucionarios apostamos al espíritu rebelde de la juventud que ante todo tiene una mirada crítica de la realidad y busca cambios. Es una nueva generación que debe transitar el camino junto al pueblo, junto a la clase obrera y trabajar por “hacer posible lo necesario”, es decir luchar por cambiar las condiciones de vida del pueblo. El camino es el que marcan las organizaciones populares como la CCC que ante el drama del hambre, organiza la lucha de la gente por la asistencia gubernamental, las copas de leche o los comedores, ha motorizado la lucha por la vivienda y por el trabajo genuino, ha conquistado el agua potable para zonas alejadas, guarderías infantiles, bibliotecas populares, ha recuperado uniones vecinales y clubes de barrio, etc.
Un camino donde luchamos para resolver hoy los graves problemas que originan estas políticas kirchneristas y giogistas que con éxitos económicos importantes no pueden sacar de la pobreza a la mitad de la población, regalan nuestros recursos y lesionan nuestra soberanía.
Por Pablo